La maloclusión en los dientes es una alteración en el crecimiento del hueso maxilar o también de la mandíbula que conlleva una posición negativa para los dientes. Esto impide el funcionamiento correcto del aparato de masticación y afecta tanto a la salud bucal, como a la función estética. Además, puede producir dolores de cabeza y otro tipo de problemas.
La herencia es uno de los factores más importantes cuando se dan este tipo de problemas, pero también el ambiente y los hábitos hacen mucho. Por ejemplo, muchos bebés que prolongaron el uso del chupete o la succión del dedo han desarrollado alguna forma de maloclusión.
Prevención y tratamientos de la maloclusión
La maloclusión se puede corregir en los niños/as antes de los dos años con especialistas como logopedas que puedan corregir unos malos hábitos y sustituirlos por otros más positivos. A veces, puede tener lugar la intervención del otorrinolaringólogo, si hay algún tipo de problema de amígdalas, rinitis o vegetaciones, que pueden influir.
Cuando las personas alcanzan la pubertad o la edad adulta, existen soluciones como la ortodoncia. Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos y médicos, existen numerosas fórmulas y soluciones con ortodoncias transparentes, como la de Invisalign, o con brackets.
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